Si hay algo que envidio de la cultura mexicana es su visión de la vida y, sobre todo, de la muerte. Cada año la festividad del Día de los muertos recuerda a los que ya se han ido con una mentalidad un poco alejada a la española. Se elaboran bellos altares cargados de colorido en los hogares y se llevan ofrendas a las tumbas en los cementerios para hacerles ver que no les olvidan. El protagonismo ese día es para las flores, los colores y las calaveras de azúcar, de donde vienen los famosos tatuajes de calaveras mexicanas.
Actualmente se siguen realizando ceremonias para el Día de Muertos, sobre todo en zonas urbanas y semiurbanas, pero en la actualidad están influenciados por el 'Halloween' de los Estados Unidos y, algunas familias, por una fiesta más católica y tradicional como es el Día de Todos los Santos.
Pero vamos a lo que vamos, los tatuajes de calaveras mexicanas vienen de las calaveras de azúcar del Día de los Muertos, como ya hemos dicho. Estas calaveras son golosinas adornadas con muchos colores que se convierten en algo completamente inocente, coqueto y alegre. En los tatuajes la decoración más importante se da alrededor de los ojos, la nariz y la boca. Siguiendo la tradición mexicana, el tatuaje es un recordatorio a los difuntos de la familia. Aunque, por supuesto, puede tener el significado que cada uno considere oportuno.
Otro tatuaje que tiene mucho que ver con esta fiesta es la Santa Muerte. Esta figura personifica la muerte y es objeto de culto. A ella se la piden peticiones de todo tipo, desde amor hasta dinero, trabajo o protección. Muchas personas que le han pedido algo y se les ha cumplido han decidido tatuarse esta imagen para tenerla presente de por vida. Esta mal vista por gran parte de la Iglesia, ya que la consideran una imagen diabólica. Además está vinculada al mundo del narcotráfico y a la barrera entre lo legal y lo ilegal. Sin embargo, no deja de ser una imagen muy hermosa y potente.
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